Polyanskaya Pavlova Anna Matveevna de Bashkiria. Bailarina Anna Pavlova: amó solo una vez y no huyó de una muerte prematura
Anna Pávlovna Pávlova Nacido el 12 de febrero (nuevo estilo) de 1881 en San Petersburgo. Todavía no hay información confiable sobre su padre.
EN su autobiografía, escrito en 1912, Anna Pávlova recordó su infancia y sus primeros pasos en el escenario:
“Mi primer recuerdo es una pequeña casa en San Petersburgo, donde mi madre y yo vivíamos solos...
Éramos muy, muy pobres. Pero mi madre siempre lograba darme algo de placer en las fiestas importantes. Una vez, cuando yo tenía ocho años, anunció que iríamos al Teatro Mariinsky. "Ahora verás hechiceras". Mostraron "La Bella Durmiente".
Me encanta recordar aquella primera noche de teatro que decidió mi destino.
“No podemos aceptar a una niña de ocho años”, dijo la directora de la escuela de ballet a la que me llevó mi madre, agotada por mi insistencia. "Tráela cuando tenga diez años".
Entrar en la Escuela Imperial de Ballet es como entrar en un monasterio, allí reina una disciplina férrea. Dejé la escuela a los dieciséis años con el título de primera bailarina. Desde entonces he ascendido al rango de bailarina. En Rusia, además de mí, sólo cuatro bailarines tienen el derecho oficial a este título. La idea de probarme en escenarios extranjeros surgió por primera vez cuando estaba leyendo la biografía de Taglioni. Este gran italiano bailó en todas partes: en París, Londres y Rusia. Aquí en San Petersburgo todavía se conserva un yeso de su pierna”.
Los estudios de Pavlova en la Escuela Imperial de Ballet y el Teatro Mariinsky
En 1891, la madre logró que su hija ingresara en la Escuela de Ballet Imperial, donde Pavlova pasó nueve años. En ese momento, los bailarines italianos brillaban en el escenario del ballet, poseían una técnica refinada y músculos desarrollados, dándoles la oportunidad de realizar los elementos más virtuosos... Pero Pavlova seguía siendo pequeña, frágil y de figura ligera. Su “ligereza” parecía un defecto tanto para sus profesores como para ella misma. Con gran diligencia, tomó el aceite de pescado que le recetaron y comió intensamente para corregir al menos ligeramente su “deficiencia”.
Afortunadamente, en la escuela secundaria la maestra de Pavlova se volvió la misma. Pavel Andreevich Gerdt, quien apreció lo inusual de su alumna, su raro talento. Al ver cómo Anna realizaba con diligencia ejercicios que contribuían al desarrollo de la fuerza de las piernas, pero que eran completamente inadecuados para ella y podían dañar su cuerpo, trató de convencer a la joven bailarina: “Deja los trucos acrobáticos a otros... Lo que a ti te parece tu defecto es en realidad una cualidad poco común que te distingue de miles de personas”.
A principios de 1903, Pavlova bailó por primera vez en el escenario del Teatro Bolshoi. El brillante pero difícil camino de Anna Pavlova en el ballet comienza con sus triunfales actuaciones en las ciudades del Imperio Ruso.
La individualidad de la bailarina, su estilo de baile y su gran salto inspiraron a su pareja, la futura coreógrafa famosa. M. M. Fokina crear “Chopiniana” con la música de F. Chopin (1907). Se trata de estilizaciones que recuerdan a los elegantes y animados grabados de la época del romanticismo. En este ballet bailó la Mazurka y el Séptimo Vals con V. F. Nijinsky(Hombre joven). Aunque su compañero Vaslav Nijinsky bailó todo el repertorio académico de destacados solistas, su individualidad se reveló principalmente en los ballets de M. M. Fokine.
La primera gira extranjera de Anna Pavlova
Desde 1908, Anna Pavlova comenzó a realizar giras por el extranjero.
Pavlova se convirtió en el principal participante en todos. "Estaciones rusas" Serguéi Diáguilev en París. Aquí ganó fama mundial.
Pero Pavlova no actuó por mucho tiempo en "Russian Seasons". Quería libertad creativa.
Las primeras producciones independientes de Anna Pavlova
Era natural que Pavlova intentara dirigirse ella misma.
En 1910, Anna Pavlova abandonó el Teatro Mariinsky y creó su propia compañía.
Con su compañía, Pavlova realizó giras con éxito triunfal por muchos países del mundo. Fue la primera en abrir el ballet ruso a Estados Unidos, donde por primera vez comenzaron a realizarse representaciones de ballet a pleno rendimiento.
En la primavera de 1914, Pavlova visitó su casa por última vez.
Ella nunca regresó a su tierra natal. Pero Pavlova no fue indiferente a la situación en Rusia. Durante los difíciles años posrevolucionarios, envió paquetes a estudiantes de la Escuela de Ballet de San Petersburgo, transfirió grandes sumas de dinero a los hambrientos de la región del Volga y organizó actuaciones benéficas para apoyar a los necesitados en su tierra natal.
Una gran amistad y cooperación creativa unieron a dos destacados maestros del ballet ruso: Anna Pávlova Y Mijaíl Fokin... Como resultado de la unión creativa de Pavlova y Fokin, se crearon obras donde la danza se subordina a tareas espirituales y expresivas. Así aparecieron “Chopiniana” y “Swan” en la música de C. Saint-Saëns, que se convirtió en el símbolo poético de la coreografía rusa.
Vida personal de Anna Pavlova.
La vida personal de la bailarina no fue fácil. Sin embargo, Anna Pávlova Pensé que era natural:
“Ahora quiero responder a la pregunta que me hacen muchas veces: ¿por qué no me caso? La respuesta es muy simple. Un verdadero artista, como una monja, no tiene derecho a llevar la vida deseada por la mayoría de las mujeres. No puede cargarse con preocupaciones sobre la familia y el hogar y no debe exigir de la vida la tranquila felicidad familiar que disfruta la mayoría.
Veo que mi vida es un todo único. Perseguir el mismo objetivo sin parar es el secreto del éxito. ¿Qué es el éxito? Me parece que no está en los aplausos del público, sino en la satisfacción que se obtiene al acercarse a la perfección. Una vez pensé que el éxito era la felicidad. Me equivoqué. La felicidad es una mariposa que encanta por un momento y se va volando”.
Pavlova conectó su vida con Victor Dandre. Una persona muy contradictoria. Dandre, ingeniero de minas, fue acusado en 1910 por las autoridades de San Petersburgo de malversación de fondos destinados a la construcción del puente Okhtinsky. Anna Pavlova tuvo que correr a su rescate y pagar una suma considerable para liberarlo. A pesar de un compromiso escrito de no irse, Dandre huyó de Rusia y vivió sin pasaporte durante muchos años.
Al mismo tiempo, Dandre fue uno de los empresarios más capaces de su tiempo, el primero en comprender el poder de la prensa. Organizó constantemente conferencias de prensa, invitó a fotógrafos y periodistas a los discursos de Pavlova y concedió numerosas entrevistas relacionadas con su vida y obra. Por ejemplo, interpretó perfectamente tramas inspiradas en la imagen romántica de "El Cisne". Se han conservado muchas fotografías que representan a Anna Pavlova en la orilla del lago, a lo largo de cuya superficie espejada se deslizan hermosos pájaros blancos como la nieve. Había un depósito de este tipo en su finca de Ivy House en Inglaterra. Allí realmente vivían cisnes, y uno de ellos, llamado Jack, era el favorito de Anna Pavlova. No olvidaba a su amante cuando ésta realizaba viajes largos. Es muy conocida la fotografía de Anna con un cisne en su regazo, con la cabeza apoyada confiadamente en su hombro. La foto fue tomada por el famoso fotógrafo Lafayette, a quien Dandre invitó especialmente a fotografiar.
Pero fue Dandre quien intentó exprimir todo lo posible a la fama mundial de la bailarina, organizando giras interminables y muy intensas, sin escatimar su salud. Al final, la carga insoportable aparentemente la llevó a su muerte prematura...
Los últimos días de la vida de Anna Pavlova.
El 17 de enero de 1931, la famosa bailarina llegó de gira a los Países Bajos, donde era muy conocida y querida. En honor al “cisne ruso, los holandeses, famosos por sus flores, criaron una variedad especial de tulipanes blancos como la nieve y los llamaron “ Anna Pávlova" Todavía se puede admirar su exquisita belleza en las exposiciones florales. El empresario holandés Ernst Krauss recibió a Anna en la estación con un gran ramo de estas flores. Pero la bailarina se sintió mal e inmediatamente fue al Hotel des Endes, donde le asignaron un "Salón Japonés" con un dormitorio, que luego pasó a ser conocido como el "Salón Anna Pavlova". Al parecer, el artista se resfrió mucho mientras viajaba en tren en el invierno de Francia. Además, resultó que el tren nocturno en el que viajaba de Inglaterra a París chocó con un tren de mercancías. El tronco que cayó la golpeó con fuerza en las costillas. Anna sólo les contó este incidente a sus amigos más cercanos, aunque se quejó del dolor ante muchas personas.
Un médico fue llamado urgentemente al hotel y descubrió una pleuresía aguda en la bailarina. La reina Guillermina de Holanda envió a Pavlova a su médico personal, De Jong. Después de examinarla, llegó a la siguiente conclusión: “Señora, usted tiene pleuresía. Se requiere cirugía. Yo recomendaría quitar una costilla para que sea más fácil succionar el líquido”. En respuesta a esto, Dandre exclamó: “¡Cómo puede ser esto! ¡Después de todo, mañana no podrá bailar! De hecho, se colocaron carteles por toda La Haya anunciando que “El 19 de enero tendrá lugar la última actuación en los Países Bajos de la bailarina más grande de nuestro tiempo, Anna Pavlova, con su gran ballet”. Luego hubo una larga gira por América del Norte, América Latina y el Lejano Oriente. Pero esto no estaba destinado a hacerse realidad.
Dandre decidió invitar a otro médico. El doctor Zalevsky, que ya había tratado a Anna antes, fue llamado urgentemente desde París por telegrama. Y la bailarina estaba empeorando. Al parecer, entonces nació la leyenda del “cisne moribundo”, que Victor Dandre cita en sus memorias. Anna Pavlova, asegura el autor de sus memorias, quería volver a subir al escenario a cualquier precio. “Tráeme mi disfraz de cisne”, dijo. Estas fueron supuestamente sus últimas palabras...
Sin embargo, la realidad fue mucho más prosaica y trágica. Sobre esto hablaron la doncella de Anna Pavlova, Marguerite Letienne, y los médicos que estaban junto a su cama. Recuerdan que la bailarina invitó a su casa a algunos miembros de su compañía y les dio instrucciones, creyendo que, a pesar de su enfermedad, las actuaciones debían realizarse, especialmente en Bélgica por las necesidades de la Cruz Roja. Luego empeoró. Todos, excepto la criada, abandonaron la habitación. Anna, señalando el costoso vestido comprado recientemente en París a un famoso modisto, le dijo a Marguerite: "Preferiría gastar este dinero en mis hijos". Se refería a los huérfanos que durante mucho tiempo habían vivido a sus expensas en una de las mansiones. Después de esto, el paciente entró en coma. Cuando llegó Zalewski, intentó bombear el líquido de la pleura y los pulmones mediante un tubo de drenaje, pero todo fue en vano. Anna nunca recuperó el conocimiento. Se cree que en la noche del 22 al 23 de enero de 1931 murió a causa de una intoxicación sanguínea aguda provocada por un tubo de drenaje insuficientemente desinfectado...
Después de la muerte de Pavlova
La colonia rusa en París quería que Pavlova fuera enterrada en el cementerio de Père Lachaise, donde se le podría erigir un hermoso monumento. Pero Dandre se pronunció a favor de que Anna fuera incinerada. Mientras viajaba por la India, quedó fascinada por las ceremonias funerarias indias, durante las cuales el cuerpo del difunto se quema en una pira funeraria. Les comentó a sus seres queridos que le gustaría ser incinerada. “De esta manera, más adelante será más fácil devolver mis cenizas a la querida Rusia”, supuestamente dijo. Dandre discutió este tema con el empresario Krauss y decidieron consultar con el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa en La Haya, el sacerdote Rozanov, porque según los cánones de la iglesia sólo se permite el entierro en un cementerio. Considerando la situación, el sacerdote no se opuso a la cremación...
Victor Dandre, a pesar de todas sus seguridades, no era el marido oficial de Anna Pavlova, aunque así se indica en su testamento y la urna con sus cenizas está instalada junto a la de Anna. Ella misma nunca lo llamó su marido; no tenían una cuenta bancaria común. Después de la muerte de Anna, Dandre declaró sus derechos sobre la Casa Aini. Cuando la madre de la bailarina, rechazando estos ataques, lo demandó, Dandre no pudo presentar ningún certificado de matrimonio ni fotografías de boda, alegando que los documentos no se habían conservado después de la revolución en Rusia. El abogado recordó entonces que anteriormente había hablado de casarse con Pavlova en Estados Unidos. Pero incluso aquí Dandre no pudo proporcionar documentos ni siquiera nombrar el lugar de la boda. Perdió el caso y tuvo que abandonar Ivy House.
Independientemente de si Dandre era el marido de Anna Pavlova o no, su testamento, citado en el libro, dice: "Instruyo a mis abogados para que compren los nichos 5791 y 3797 en el Crematorio Golders Green como lugar para las urnas que contienen mis cenizas y las de mi amado". esposa Anna, conocida como Anna Pavlova. Autorizo a mis abogados a dar su consentimiento para la transferencia de las cenizas de mi esposa y, si lo consideran posible, también mis cenizas a Rusia, si en algún momento el gobierno ruso o el gobierno de cualquier provincia rusa importante solicita la transferencia y entrega mi "Los abogados tienen garantías satisfactorias de que las cenizas de Anna Pavlova recibirán el debido honor y respeto".
La leyenda de la gran bailarina rusa Anna Pavlova
Pavlova es única. No tenía títulos de alto perfil, no dejó seguidores ni escuela. Después de su muerte, su compañía se disolvió y se vendió su propiedad. Lo único que queda es la leyenda de la gran bailarina rusa Anna Pavlova, que da nombre a premios y reconocimientos internacionales. A ella se le dedican largometrajes y documentales (Anna Pavlova, 1983 y 1985). El coreógrafo francés R. Petit puso en escena el ballet “Mi Pavlova” con música compuesta. Los temas de su repertorio son bailados por las bailarinas más importantes del mundo. Y "El cisne moribundo" de Pavlov fue inmortalizada por Galina Ulanova, Yvette Chauviré, Maya Plisetskaya.Ella era el alma misma de la danza.
Con tu cisne manso favorito
Hay mucha información sobre la bailarina Anna Pavlova en Internet. Su biografía está tejida a partir de leyendas. Y es difícil encontrar la verdad. ¿Pero tal vez no sea necesario? Después de todo, la propia Anna Pavlova es la personificación de la leyenda. Me gustaría detenerme un poco en la biografía de Anna Pavlova y mostrar muchas fotografías de la bailarina. Y no solo fotos)
Anna Pavlova - biografía
Anna Pavlova, la futura bailarina, nació el invierno del 31 de enero de 1881 en la capital del norte de Rusia. Incluso cuando era niña, Anya sabía que bailaría. En su autobiografía recuerda que, a pesar de la pobreza, su madre intentaba mimar a su hija durante las vacaciones. Y un día, cuando Nyura tenía 8 años, su madre la acompañó al Teatro Mariinsky. Desde los primeros sonidos de la orquesta, la niña quedó cautivada por la belleza y después de la actuación declaró que bailaría como la “bella durmiente” del ballet.
El comienzo del viaje creativo de Anna Pavlova.
Durante dos años no fue aceptada en la Escuela de Ballet Imperial (era demasiado joven), pero a los 10 años hizo realidad su sueño. Pocos podían soportar las duras reglas de la escuela y la férrea disciplina, pero Anna era la mejor alumna. Trabajadora y persistente. Después de graduarse de la escuela, la niña terminó en el Teatro Mariinsky. Los amantes del ballet admiraron su baile. Tobillos delgados, piernas altas, físico frágil: todo esto la distingue de otras bailarinas.
Nunca ha habido bailarinas tan “aéreas” en la historia del ballet. Esta fragilidad y singularidad le permitieron pasar por alto el cuerpo de ballet (todos los graduados comenzaron con él) e incluso conseguir pequeños papeles solistas. Hubo discursos elogiosos y comparaciones en la prensa: “Fuego y cenizas”, “Encantadora ternura y gracia”, “Esto es champán espumoso y aire embriagador”, “Pavlova parecía haber huido de los grabados del siglo XIX”...
“El cisne moribundo” de Anna Pavlova
Una gran amistad creativa unía a la bailarina y Mikhail Mikhailovich Fokin. Mikhail Fokine es considerado el fundador del ballet romántico. Creó un tipo de actuación completamente nueva: un ballet en un acto dramáticamente intenso. Su “Cisne”, este baile sobre la fragilidad de la felicidad, se convirtió en la tarjeta de presentación de la bailarina. El baile nació muy rápidamente, unos minutos antes del concierto benéfico. En el concepto original, la bailarina simplemente flotaba serenamente por el escenario. Sus manos parlantes eran fascinantes.
Pero entonces Anna hizo estallar estos 130 segundos de danza, tiñéndolos con la tragedia de la muerte. El aleteo de alas y manos dejó una impresión imborrable en todos. La bailarina se colocó un broche de rubí en el pecho como símbolo de la herida, y la danza pasó a ser conocida como el Cisne Moribundo.
Saint-Saëns, después de ver la actuación, le confesó a Anna: “Fue después de verte en “El cisne” cuando me di cuenta de que había compuesto una música muy hermosa”.
Vídeo de Anna Pavlova “El cisne moribundo”
Otra actuación famosa creada por M. Fokin específicamente para Anna Pavlova es una estilización en el espíritu de un sorprendente grabado animado del romanticismo. La bailarina bailó en este ballet con Vaslav Nijinsky. Su salto vertiginoso, su total dedicación al baile y sus sorprendentes improvisaciones sobre la marcha hicieron que esta actuación fuera inolvidable.
Bailarina rusa Anna Pavlova
Sólo cinco graduadas de aquella época recibieron el título de “bailarina”, y Anna estaba entre ellas. La más alta espiritualidad y una plasticidad asombrosa la convirtieron en una gran bailarina de talla mundial. Cada baile era único, ya que la bailarina nunca podía repetir todos los “pasos” que le nacían impulsivamente.
Anna Pavlova comenzó a viajar al extranjero en 1908. Ganó fama mundial en París, convirtiéndose en la principal participante y favorita del público de todas las "Temporadas rusas" de Sergei Diaghilev. Un bailarín de la compañía Diaghilev, el famoso Sergei Lifar, recordó que "vio una revelación del cielo...", "nunca en mi vida había visto algo así, no una belleza y ligereza humana, sino divina, una ligereza completamente ingrávida". y gracia…”
Dijeron que todo lo que tocaba la bailarina adquiría características de sofisticación.
Anna Pavlova muy pronto quiso un vuelo libre y en 1909 representó la obra de forma independiente. Esta actuación fue “Night” de Rubinstein. El público acogió con una ovación el monólogo sobre la pasión y el amor loco. En 1910, la bailarina abandonó el Teatro Mariinsky y creó su propia compañía. Además de sus actuaciones, incluyó en su repertorio ballets de Glazunov y Tchaikovsky. La gira fue un triunfo. Se propuso el objetivo de concienciar al mundo entero sobre el ballet ruso, razón por la cual la bailarina se encontró en rincones del mundo a donde nunca antes había llegado su "pie en puntas".
Retrato de Anna Pavlova como musa. V. Shtemberg, 1909
En la India, se arrodillaron ante ella y la bañaron con pétalos de loto, considerándola la deidad de la danza (después de todo, obligaba incluso a los elefantes a hacer “pasos”).
Los mexicanos arrojaron sombreros a sus pies en señal de admiración, en Australia se les ocurrió un postre lujoso, el pastel Pavlova, el propio monarca de España le envió ramos, en Holanda criaron los más delicados tulipanes blancos y llamaron a la variedad “Anna Pavlova”. ”. Fue la compañía de Anna Pavlova la que presentó el ballet ruso al mundo.
Su danza tenía el fuego de la vida, el asombro, la gracia y la inspiración. Ella vivía en la danza.
personaje de bailarina
La bailarina tenía un carácter muy difícil. Hay muchos rumores, a veces contradictorios... Algunos dicen que era extremadamente caprichosa y exaltada, que sus emociones se desbordaban, que podía llevar a los directores a un ataque de nervios, patear, enojarse con sus compañeros y mantener a toda la compañía bajo estricta vigilancia. rienda.
Otros afirmaban que era atenta y amable, que cuidaba a todos los miembros de su grupo y que podía aplicar personalmente malla de yodo en los pies de los bailarines. Pero la compañía la adoraba y la protegía conmovedoramente, como a una niña amada.
Anna Pavlova y Victor Dandre
Anna Pavlova pasó por la vida con Victor Dandre, descendiente de una antigua familia francesa. Se distinguía por la moderación, la compostura, pero lo más importante, un gran amor por la bailarina, podía soportar cualquier capricho de su amada; Pero la vida de los amantes seguía siendo tormentosa. Se pelearon, se reconciliaron, se separaron. En 1910, Dandre huyó de San Petersburgo porque fue acusado de malversación de fondos. Anna ayudó a rescatarlo y facilitó su fuga al extranjero; desde allí nunca regresó a Rusia. Ella pagó una cantidad enorme. Quizás por eso también no se escatimaba: los contratos eran esclavizantes, las giras interminables e intensas. Durante 22 años de giras constantes, la bailarina ofreció casi 9 mil actuaciones. A veces al año le faltaban dos mil pares de zapatillas de punta, que le fabricaba un maestro italiano.
Después de su muerte, Victor Dandre escribió un libro cuyas líneas están llenas de ternura y dolor por la pérdida de su amada. Atribuyó los cambios de humor de Anna a su fuerte estrés emocional y la perdonó todo.
Victor Dandre fue un famoso empresario de su época. Organizó sesiones de fotografías reales de la bailarina. En las afueras de Londres se compró una casa cubierta de hiedra con un lago y, por supuesto, cisnes.
Anna posaba aquí a menudo para revistas.
La bailarina amaba mucho a los animales,
sus perros siempre estaban con ella incluso en las giras,
y su querido pájaro dormía sobre su pecho bajo un edredón.
Anna, incluso de gira, eligió una casa rodeada de jardín y le encantaba cuidar las flores.
por © Bettmann/CORBIS
Anna Pavlova supo crear en el escenario criaturas efímeras que podían flotar en el aire.
Ella entregó toda su alma a la danza. Fue inusual y fue asombroso.
Podía subir al escenario completamente enferma, con fiebre, y una vez salió con una pierna rota. Y bailó con todas sus fuerzas, según testigos presenciales. Ella creía que el arte sólo aporta belleza y el espectador no debería ver a un hombre mortal con sus problemas en el escenario. Se perdió en el baile.
Durante la gira, Pavlova se resfrió y enfermó de pleuresía. La bailarina rechazó la operación porque tenía una actuación por delante. La enfermedad resultó fatal. La noche del 23 de enero de 1931, siete días antes de cumplir 50 años, la bailarina se fue. Según una bella leyenda, sus últimas palabras fueron “Prepara mi disfraz de Cisne”. Ella se estaba preparando para su próxima aparición en el escenario...
Citas de Anna Pávlova
“Para una esposa, un marido es como música para un baile”.
Un verdadero actor debe saberlo todo sobre el amor y, si es necesario, poder vivir sin él.
Una verdadera actriz debe poder sacrificarse por el arte.
Ella, como monja, no tiene derecho a vivir así,
cómo la mayoría de las mujeres quieren vivir sus vidas.
Cuando era niño y caminaba entre los pinos, pensaba que la felicidad era el éxito. ¡Qué equivocado estaba!
La felicidad es una pequeña mariposa que encanta por un momento e inmediatamente se va volando.
El éxito no reside en los aplausos del público, sino en la gozosa satisfacción
que experimentas cuando te acercas a la perfección.
Bailarina, cuyos carteles fueron dibujados por el propio Valentin Serov. El personaje principal de las Temporadas Rusas en París. La bailarina más misteriosa del siglo XX.
Una biografía cuya autenticidad sólo conocía la propia bailarina. ¿Matveevna o Pavlovna? ¿La hija de un soldado retirado del regimiento Preobrazhensky, Matvey Pavlov, o de un importante banquero moscovita, Lazar Polyakov? La gran bailarina escribió una autobiografía, pero cada vez menos sobre el hecho de que nació en la dacha de Ligovo, cerca de San Petersburgo, y sobre su infancia, cuya principal impresión fueron los viajes al Teatro Mariinsky. Anna Pavlova escribió sobre lo principal de su vida: una inspiración revivida, cuyo nombre es ballet.
Anya, de nueve años, pareció despertarse después del estreno de La bella durmiente de Petipa. Tímida y suave por naturaleza, la niña casi por primera vez expresó una decisión firme: dedicar su vida a la danza.
Espalda jorobada, anemia, salud frágil. La Escuela Imperial de Ballet no podía imaginar que esta “delicada flor” sobreviviría a la dura escuela de ballet. “Pelusa, ligereza, viento”, dijo el famoso Marius Petipa durante la proyección. La comisión inscribió a la niña y se convirtió en la alumna favorita de los profesores Ekaterina Vazem y Alexander Oblakov. Ekaterina Ottovna le dio aceite de pescado y consiguió piernas fuertes y manos "parlantes".
“Uno nace bailarín. Ningún profesor puede crear un milagro, ningún año de formación puede convertir a un alumno mediocre en un buen bailarín. Uno puede adquirir ciertas habilidades técnicas, pero nadie puede jamás “adquirir un talento excepcional”. Nunca me consolé con el hecho de tener un estudiante inusualmente talentoso. Pavlova tiene un maestro: Dios".
George Balanchine
La primera aparición en el escenario de Mariinsky fue ya en el segundo año de estudio de divertimentos y pequeñas variaciones. Anna Pavlova era inferior en técnica a Matilda Kshesinskaya, Olga Preobrazhenskaya y Tamara Karsavina. Pero en saltos y arabescos con improvisación impredecible, la frágil bailarina no tenía igual.
La actuación de graduación se convirtió en un billete al gran escenario. Casi de inmediato, Pavlova recibió papeles solistas en La Bella Durmiente, Esmeralda y Giselle. La joven bailarina trabajó con Marius Petipa, quien aceptó tan favorablemente su primera actuación pública, frente al comité de selección.
Ana Pávlova. Foto: marieclaire.ru
Anna Pavlova en el ballet La Sílfide. Foto: radikal.ru
Ana Pávlova. Foto: imágenes.aif.ru
El aspirante a artista no tuvo miedo de discutir con el maestro. En el ballet "Vain Precaution", Pavlova sugirió que Petipa reemplazara la falda de crinolina habitual con una túnica debajo del tobillo y obtuvo su consentimiento. “Esto fue un valor de mi parte: la costumbre no me permite ninguna libertad con la falda desde la época del más famoso Camargo, ¡el favorito de Voltaire!” - recordó más tarde la bailarina.
"Pavlova es una nube que se cierne sobre la tierra", escribió la prensa. Y la bailarina simplemente me sorprendió una y otra vez. Parecía flotar por el escenario en su papel más conmovedor. Cisne. La imagen que le dio la inmortalidad a la bailarina. El coreógrafo Nikolai Fokin puso en escena la miniatura con música de Saint-Saëns. Literalmente improvisado. Anna convirtió la serenidad en tragedia. La muerte prematura de una criatura elegante y, como una herida, un broche de rubí.
“El encanto de su personalidad era tan grande que, sin importar en qué baile actuase Pavlova, dejaba una impresión imborrable en el público. Esto, en cierta medida, explica el hecho de que su repertorio estuviera formado por actuaciones en las que no había nada innovador. Pavlova no se propuso crear algo sensacional; ella misma fue una sensación, aunque apenas era consciente de ello”.
Lavrenty Novikov, compañero de escena
“¡Señora, gracias a usted me di cuenta de que escribí música maravillosa!” - exclamó Saint-Saëns al ver el Cisne Moribundo. La danza se convirtió en un símbolo de las estaciones rusas, y Anna Pavlova en la imagen del cisne de Valentin Serov se convirtió en el emblema de una empresa de fama mundial. El artista necesitó 11 sesiones para crear el famoso cartel. La bailarina congeló casi cada minuto en un arabesco para que el pintor captara el movimiento fugaz y lo plasmara en papel.
El público europeo pudo apreciar las similitudes gracias, una vez más, a Pavlova. Fue por sugerencia de la ya reconocida bailarina que Diaghilev añadió el ballet a las representaciones de ópera en las Temporadas Rusas. El empresario dudaba que a los franceses les gustara el arte del ballet ruso. Pero con la mano ligera de Pavlova, cuya participación en la gira estaba estipulada por separado en el contrato, el ballet se convirtió en una parte integral de las Temporadas.
La última vez que el público del Teatro Mariinsky vio actuar a Pavlova fue en 1913, un año después se instaló en Inglaterra; Durante la Primera Guerra Mundial, la bailarina realizó actuaciones a favor de la Cruz Roja y, en los años de la posguerra, envió las ganancias de las actuaciones en la Ópera Metropolitana a Rusia para artistas necesitados en Moscú y San Petersburgo.
“¡Cómo lamenté siempre no poder dibujarla bailando! Fue algo único. Ella simplemente vivió en ello, no hay otra forma de decirlo. Ella era el alma misma del baile. ¡Pero es poco probable que el alma pueda expresarse con palabras!
Natalia Trukhanova, bailarina
El mundo recibió a la gran bailarina no sólo como parte de las temporadas rusas. Anna Pavlova y su compañía llevaron el ballet clásico a los rincones más remotos del mundo: Egipto, China, Japón, Birmania, Filipinas, demostrando a lo largo de su vida que el amor por el arte no conoce fronteras.
Los holandeses desarrollaron una variedad de tulipanes en honor a Anna Pavlova, los mexicanos arrojaron sombreros a sus pies en señal de admiración, los indios los colmaron de flores de loto, en Australia le pusieron a un pastel el nombre de la increíble bailarina, en los Países Bajos, uno de los aviones. La sofisticada bailarina rusa dictó el estilo a los amantes de la moda europeos. A la Pavlova: exquisito raso y mantones de Manila con borlas. Pero hay una imagen única...
"¡Prepara mi disfraz de cisne!" - según la leyenda, las últimas palabras de la gran Anna Pavlova. La bailarina murió en La Haya, aunque toda su vida quiso vivir “en algún lugar de Rusia”.
Biografía y episodios de la vida Ana Pávlova. Cuando nacido y muerto Anna Pavlova, lugares memorables y fechas de acontecimientos importantes de su vida. citas de bailarina, Foto y vídeo.
Años de vida de Anna Pavlova:
nacido el 31 de enero de 1881, fallecido el 23 de enero de 1931
Epitafio
"Espera un minuto,
Corriendo incansablemente
Para inclinarse ante el
Lo que se llamaba Anna."
De un poema de Eric Willis en memoria de Anna Pavlova (traducido por T. Yufit)
Biografía
Dedicó su vida al ballet y se hizo famosa en todo el mundo. Sorprendentemente, sus primeros maestros estaban seguros de que la niña no fue creada para una difícil escuela de ballet, pero Anna logró demostrarles a todos que si trabajas duro y vives lo que amas, el éxito es inevitable. La biografía de Anna Pavlova es la historia de vida de una gran mujer, cuyo nombre es conocido por cualquier aficionado al ballet.
Cuando era niña, la vida de Pavlova no era fácil: ni siquiera sabía quién era su padre y su madre apenas podía llegar a fin de mes. Pero a pesar de la difícil situación, un día, para complacer a su hija, la madre de Pavlova la llevó a ver “La Bella Durmiente” al Teatro Mariinsky. Más adelante en su autobiografía, Pavlova recordó que se quedó paralizada desde las primeras notas: el ballet la encantó. Esa noche se dio cuenta de lo que quería hacer por el resto de su vida. El primero que vio talento en Pavlova fue el gran coreógrafo Marius Petipa: "Un trozo de pelusa en el viento, volará en el escenario". Inmediatamente después de graduarse de la universidad, Pavlova fue aceptada en el Teatro Mariinsky, que una vez decidió su destino, y pronto se convirtió en su bailarina principal. Cuando interpretó por primera vez la miniatura "El cisne" ("El cisne moribundo") en una velada benéfica, ni siquiera podía adivinar que estos 130 segundos de danza se convertirían más tarde en un símbolo del ballet ruso. El propio compositor Camille Saint-Saëns, autor de la suite “El carnaval de los animales”, en la que se basó “El cisne”, quiso reunirse con Pavlova para hacerle una confesión: “Señora, gracias a usted me di cuenta de que ¡Escribí música hermosa! La fama mundial llegó a la vida de Pavlova con su participación en las “Temporadas Rusas”, organizadas en París por Sergei Diaghilev, una figura del teatro ruso. Pronto Anna se fue de gira por todo el mundo con su propia compañía. Cuando se produjo una revolución en Rusia y luego comenzó una guerra civil, Pavlova decidió no regresar a su tierra natal.
Cuando Pavlova finalmente se mudó al extranjero, ya tenía un ser querido, Victor Dandre. Pavlova lo amó durante mucho tiempo, pero el hombre rico y aristócrata no correspondió a sus sentimientos. Cuando Dandre se metió en problemas y perdió todo su dinero, Pavlova, según los rumores, decidió firmar un contrato con el teatro de Nueva York. Ella rescató a su amado de la prisión, y él finalmente vio en ella a una mujer amorosa y también se enamoró sinceramente de ella. Pavlova y Dandre compraron una casa en las afueras de Londres, en cuyo estanque nadaban cisnes blancos, uno de los cuales, llamado Jack, siempre esperaba a su dueño después de sus largas giras.
La bailarina rusa realizó giras incansables. Durante su vida, Anna Pavlova viajó por casi todo el mundo, visitando Estados Unidos, China, Japón, India, Filipinas e incluso Australia. El vestuario para sus actuaciones fue creado por los artistas más famosos, las mujeres imitaron su estilo de vestir y sus honorarios fueron fabulosos. Y siguió añorando Rusia. Y aunque no pudo regresar allí, constantemente enviaba dinero a compañías de teatro rusas y comida a sus compatriotas hambrientos.
La muerte de Pavlova se produjo durante su siguiente gira: en La Haya. La causa de la muerte de Pavlova fue la neumonía. El funeral de Anna Pavlova tuvo lugar en Londres: primero, el cuerpo de Pavlova fue enterrado en una iglesia rusa y luego fue quemado en un crematorio de Londres. Se suponía que la tumba de Pavlova, de acuerdo con su testamento, estaba en Rusia. Pero el marido impidió que la bailarina cumpliera su voluntad, declarando, sin embargo, que no estaba en contra del entierro de Pavlova en su tierra natal si prometían crear las condiciones adecuadas para ello. De una forma u otra, la urna con las cenizas de Pavlova todavía se conserva en el columbario del crematorio inglés.
La miniatura "El cisne moribundo" interpretada por Pavlova se ha convertido en un clásico del ballet mundial
linea de vida
31 de enero de 1881 Fecha de nacimiento de Anna Pavlovna (Matveevna) Pavlova.
1889 Graduación de la Escuela de Teatro Imperial, incorporándose a la compañía del Teatro Mariinsky.
1906 Bailarina principal de la compañía.
1907 Primera representación del "Cisne" en miniatura de Pavlova, que más tarde se convirtió en uno de los símbolos del ballet ruso.
1909 Participación de Pavlova en las “Temporadas Rusas” en París.
1910 Pavlova viaja al extranjero con su propia compañía.
1913Última actuación de Pavlova en el Teatro Mariinsky.
1914Última actuación de Pavlova en Rusia.
1921-1925 De gira por Estados Unidos, actuando en India.
23 de enero de 1931 Fecha de muerte de Pavlova.
29 de enero de 1931 El funeral de Pavlova.
Lugares memorables
1. Ligovo, donde nació Pavlova.
2. La casa de Pavlova en San Petersburgo, donde vivió en 1910 y donde hoy está instalada la placa conmemorativa de Pavlova. Calle Italianskaya, nº 5.
3. La casa de Pavlova en Londres (Ive House), donde vivió en 1912-1931.
4. Academia de Ballet Ruso que lleva el nombre de A. Ya Vaganova (antigua Escuela de Teatro Imperial), donde estudió Pavlova.
5. Teatro Mariinsky, en cuya compañía bailaba Pavlova.
6. El Metropolitan Opera Theatre de Nueva York, con el que Pavlova trabajó bajo contrato.
7. Teatro Chatelet de París, donde Pavlova actuó mientras participaba en las Temporadas Rusas.
8. Crematorio Golders Green en Londres, donde está enterrada Pavlova (la urna con las cenizas se guarda en el columbario del crematorio).
Episodios de la vida
Anna Pavlova era amiga de Charlie Chaplin. Se rumoreaba que el gran comediante y director estaba enamorado de la bailarina y soñaba con proponerle matrimonio, pero nunca se atrevió. Cuando se conocieron, Chaplin reservó un restaurante completo para Pavlova. También actuó como asesor de la bailarina cuando ésta necesitaba grabar sus actuaciones en una película.
Al morir, Pavlova pidió a todos que abandonaran la habitación, solo la criada permaneció con ella. La bailarina señaló a la muchacha el vestido que acababa de comprarle a un modisto parisino y le dijo: "Preferiría gastar este dinero en mis hijos". Pavlova nunca tuvo hijos; habló de niñas huérfanas rusas a las que había acogido hacía mucho tiempo. Organizó un refugio para mujeres en Saint-Cloud y alojó a los niños en una mansión. Desde entonces, la mayor parte de sus ganancias se han destinado a darles a las niñas no sólo alojamiento y comida, sino también educación. También se aseguró de que cada uno de sus alumnos pudiera conseguir un trabajo digno después de salir del orfanato.
Cuando se conoció la muerte de Anna Pavlova el 23 de enero, el Teatro Apollo de Londres decidió homenajearla durante una actuación. Las luces de la sala se apagaron y un foco en la oscuridad, acompañado de la música de Saint-Saëns, trazó el camino que tomó la bailarina en su miniatura “El cisne moribundo”. Toda la sala se puso de pie en silencio: todo el mundo ya sabía de la muerte de la gran bailarina.
Pacto
“Si persigues el mismo objetivo, seguro que descubrirás el secreto del éxito”.
Película documental en memoria de Anna Pavlova de la serie “Vida y Leyendas”
Condolencias
“Si miramos su famosa grabación de El cisne moribundo, podemos, por supuesto, notar que ahora las bailarinas son más técnicas, tal vez incluso más hermosas, se ven diferentes... Pero creo que el asombro que era inherente a Anna Pavlova , hoy ni una sola bailarina lo tiene. Incluso entre los más grandes y famosos. Logró transmitir tanto la época como algún tipo de estado interior espiritual en su danza. Y estoy segura de que cualquier bailarina que mire hoy sus grabaciones y las compare con su propio baile comprenderá que todavía falta algo. Y este "algo" es algo esquivo, una especie de fuerza interior que era inherente sólo a esta bailarina. Entonces, a pesar de todos los avances, hay algo inexplicable en la danza de la gente del pasado que, lamentablemente, es posible que ya no encontremos ... "
Evgenia Obraztsova, bailarina
"El arte de Anna Pavlova nació y murió con ella: para bailar como Pavlova, tenías que ser Pavlova".
Andrey Levinson, crítico de ballet
"Pavlova logró elevar la danza en vivo a una altura en la que normalmente sólo se eleva el espíritu".
Marina Tsvetáeva, poetisa
1881 en San Petersburgo. La niña era ilegítima, su madre trabajaba como sirvienta del famoso banquero Lazar Polyakov, a quien se le considera el padre del niño. El propio financiero no admitió su participación en su nacimiento, pero no se opuso a que la niña fuera registrada como Anna Lazarevna.
La madre de Anya abandonó la casa de Polyakov con el niño en brazos y se instaló en las afueras de San Petersburgo. La niña creció y se desarrolló bajo la supervisión de su madre, quien intentó de todas las formas posibles inculcar en su hija el amor por el arte.
Biografía creativa de Anna Pavlova.
Un día mi madre llevó a Anya al Teatro Mariinsky. Proyectaron "La Bella Durmiente" de Pyotr Ilyich Tchaikovsky. Con los primeros sonidos de la orquesta, Anya se quedó en silencio. Luego miró el ballet sin parar, conteniendo la respiración, con el corazón temblando de alegría, como si tocara algo hermoso.
En el segundo acto, niños y niñas bailaron un vals en el escenario.
¿Te gustaría bailar así? - preguntó la madre de Anya durante el intermedio, refiriéndose al baile del cuerpo de ballet.
No... quiero bailar como lo hacía la bella durmiente... - respondió la niña.
Después de visitar un lugar fabuloso llamado Teatro Mariinsky, Anya comenzó a soñar con el ballet. Todas las conversaciones en la casa a partir de ahora giraron únicamente sobre el tema del arte coreográfico, la niña bailaba frente al espejo desde la mañana hasta la noche, se acostaba y se levantaba pensando en el ballet. La afición no parecía infantil en absoluto; el baile se convirtió en parte de su vida.
La madre, al ver esto, llevó a Anya a la escuela de ballet. En ese momento, la niña apenas tenía ocho años. Los profesores le aconsejaron que regresara en dos años, notando las indudables habilidades de Anya. En 1891, la futura bailarina fue admitida en la Escuela de Artes Teatrales de San Petersburgo en el departamento de ballet.
Los estudios eran de carácter espartano, todo estaba sujeto a la más estricta disciplina, las clases duraban ocho horas diarias. Pero en 1898 Anna se graduó con honores en la universidad. La actuación de graduación se llamó “Dríadas imaginarias”, en la que la niña bailó el papel de la hija del mayordomo.
Anna fue aceptada inmediatamente en el Teatro Mariinsky. Su debut tuvo lugar en el ballet "Vain Precaution" en pas de trois (danza de tres). Dos años más tarde, Anna Pavlova bailó el papel principal en la producción de "La hija del faraón" con música de César Pugni. Luego, la aspirante a bailarina interpretó a Nikia en La Bayadère, coreografiada por el propio Marius Petipa, el patriarca del ballet ruso. En 1903, Pavlova ya actuó en el papel principal del ballet Giselle.
Desarrollo
En 1906, Anna fue nombrada bailarina principal de la compañía de ballet del Teatro Mariinsky. El trabajo verdaderamente creativo comenzó a buscar nuevas formas. El ballet ruso requirió una actualización, y Pavlova logró crear varias imágenes en el espíritu de la modernidad, colaborando con el innovador coreógrafo Alexander Gorsky, quien buscó dramatizar la trama y fue un firme partidario de alguna tragedia en la danza.
Anna Pavlova y Mijaíl Fokin
A principios del siglo XX, el ballet ruso estuvo influenciado por movimientos reformistas. Uno de los más fervientes defensores de los cambios radicales en el arte del ballet fue el coreógrafo Mikhail Fokin. Abandonó la tradicional separación entre danza y pantomima. El siguiente objetivo del reformador Fokine fue abolir el uso de formas, movimientos y combinaciones prefabricadas en el ballet. Propuso la improvisación en la danza como base de todo el arte del ballet.
Anna Pavlova fue la primera intérprete de los papeles principales en las producciones: "Egyptian Nights", "Berenice", "Chopiniana", "The Grapevine", "Eunice", "Pavilion of Armida". Pero el principal resultado de la colaboración fue el ballet "El cisne moribundo" con música de Saint-Saëns, que estaba destinado a convertirse en uno de los símbolos del ballet ruso del siglo XX. La historia de la bailarina Pavlova está indisolublemente ligada a esta obra maestra de la coreografía. La escena del ballet sobre el cisne moribundo conmocionó al mundo entero.
En diciembre de 1907, en uno de los conciertos benéficos, Anna Pavlova interpretó "El cisne moribundo". La compositora Camille Saint-Saëns, que estuvo presente, quedó impactada por la interpretación de su música y expresó su profunda admiración por la talentosa interpretación de la miniatura. Él personalmente agradeció a la bailarina por el placer que le había brindado, arrodillándose y diciendo: “Gracias a ti me di cuenta de que logré escribir música maravillosa”.
Las mejores bailarinas de todos los continentes intentaron realizar el famoso ballet en miniatura. Después de Anna Pavlova, Maya Plisetskaya logró hacer esto al máximo.
giras extranjeras
En 1907 el Teatro Imperial Mariinsky salió al extranjero. Las actuaciones tuvieron lugar en Estocolmo. Poco después de regresar a Rusia, Anna Pavlova, una bailarina de fama mundial, abandonó su teatro natal, sufriendo significativamente económicamente, ya que tuvo que pagar una enorme multa por romper el contrato. Sin embargo, esto no detuvo a la bailarina.
Vida personal
Anna Pavlova, una bailarina con amplios planes creativos, se fue a París, donde comenzó a participar en las Temporadas Rusas y pronto se convirtió en la estrella del proyecto. Luego conoció a Victor Dandre, un gran conocedor del arte del ballet, quien inmediatamente tomó a Anna bajo su patrocinio, le alquiló un apartamento en un suburbio parisino y le proporcionó una clase de baile. Sin embargo, todo esto resultó bastante caro y Dandre despilfarró dinero del gobierno, por lo que fue arrestado y juzgado.
Luego, Pavlova Anna Pavlovna firmó un contrato muy costoso pero esclavizante con la agencia londinense "Braff", según el cual tenía que actuar diariamente, dos veces al día. El dinero recibido ayudó a rescatar a Victor Dandre de prisión, ya que se saldaron sus deudas. Los amantes se casaron en una de las iglesias ortodoxas parisinas.
Cisnes en la vida de una bailarina.
Después de que Pavlova trabajara parcialmente bajo contrato con la agencia Braff, creó su propia compañía de ballet y comenzó a actuar triunfalmente en Francia y Gran Bretaña. Habiendo llegado a un acuerdo completo con la agencia, Anna Pavlova, cuya vida personal ya estaba establecida, se instaló con Dandre en Londres. Su hogar era la mansión Ivy House con un estanque cercano donde vivían hermosos cisnes blancos. A partir de ahora, la vida de Anna Pavlova estuvo indisolublemente ligada a esta maravillosa casa y a los nobles pájaros. La bailarina encontró la paz comunicándose con los cisnes.
Más creatividad
Pavlova Anna Pavlovna, de naturaleza activa, tenía planes para su desarrollo creativo. Afortunadamente, su marido descubrió de repente la capacidad de producir y comenzó a promover la carrera de su esposa. Se convirtió en el empresario oficial de Anna Pavlova y la gran bailarina ya no tuvo que preocuparse por su futuro, estaba en buenas manos;
En 1913 y 1914, la bailarina actuó en Moscú y San Petersburgo, incluido el Teatro Mariinsky, donde bailó por última vez el papel de Nikiya. En Moscú, Anna Pavlova apareció en el escenario del Teatro Mirror en el jardín del Hermitage. Después de esta actuación, realizó una larga gira por Europa. A esto le siguieron meses de giras por Estados Unidos, Brasil, Chile y Argentina. Luego, tras un breve descanso, Dandre organizó una gira por Australia y países asiáticos.
Compromiso de reforma
Incluso en los primeros años de trabajo en el Teatro Mariinsky, después de graduarse de la universidad, Anna Pavlova sintió el potencial de cambiar los cánones establecidos en el arte del ballet. La joven bailarina sintió una necesidad urgente de cambio. Le parecía que la coreografía podía ampliarse y enriquecerse a través de nuevas formas. Los clásicos del género parecían algo obsoletos que requerían una actualización radical.
Mientras ensayaba su papel en “Una vana precaución”, Pavlova sugirió a Marius Petipa que diera un paso revolucionario y sustituyera la falda corta de crinolina por una túnica larga y ajustada, al tiempo que se refería a la famosa María Taglioni, representante del ballet de la Era romántica, que introdujo el tutú de ballet y las zapatillas de punta, para luego abandonar la falda corta en favor de prendas fluidas.
La coreógrafa Petipa escuchó la opinión de Anna, se cambiaron de ropa y Marius observó el baile de principio a fin. Después de eso, se convirtió en un atributo de actuaciones como “El lago de los cisnes”, donde una falda corta era apropiada para el estilo de la producción. Muchos consideraron que la introducción de la túnica como el tipo principal de vestimenta de ballet era una violación de los cánones, sin embargo, la vestimenta larga y fluida de la bailarina se consideró más tarde en el arte del traje de ballet como una parte necesaria de la actuación.
Creatividad y controversia
La propia Anna Pavlova se llamó a sí misma pionera y reformadora. Estaba orgullosa de haber logrado renunciar al "tu-tu" (falda de crinolina) y vestirse más apropiadamente. Tuvo que discutir durante mucho tiempo con los conocedores del ballet tradicional y demostrar que el tutú de ballet no es adecuado para todas las actuaciones. Y que el vestuario teatral debe seleccionarse de acuerdo con lo que sucede en el escenario y no para complacer los cánones clásicos.
Los oponentes de Pavlova argumentaron que las piernas abiertas eran principalmente una demostración de técnica de danza. Anna estuvo de acuerdo, pero al mismo tiempo abogó por una mayor libertad a la hora de elegir el disfraz. Ella creía que la crinolina se había convertido desde hacía mucho tiempo en un atributo académico y no favorecía en absoluto la creatividad. Formalmente ambas partes tenían razón, pero decidieron dejar la última palabra al público.
Anna Pavlova lamentó sólo un inconveniente de la ropa larga: la túnica privó a la bailarina de su "fragilidad". A ella misma se le ocurrió esta palabra; el término significaba que los pliegues restringían los movimientos de vuelo del cuerpo, o más bien, ocultaban el vuelo mismo. Pero luego Anna aprendió a aprovechar este defecto. La bailarina invitó a su pareja a tirarla un poco más alto de lo habitual y todo encajó. La libertad de movimiento y la gracia necesarias aparecieron en la danza.
Serge Lifar: impresiones
"Nunca había visto una ligereza tan divina, una ligereza ingrávida y unos movimientos tan elegantes". Esto es lo que escribió el mayor coreógrafo francés Serge Lifar sobre su encuentro con la bailarina rusa Anna Pavlova.
“Desde el primer minuto quedé cautivado por la naturaleza de su plasticidad, ella bailaba como si respirara, con facilidad y naturalidad. No había ningún deseo de ballet, fouetté o trucos virtuosos. Sólo la belleza natural de los movimientos naturales del cuerpo. ligereza, ligereza…”
"Vi en Pavlova no a una bailarina, sino a un genio de la danza. Ella me crió desde cero, no pude razonar ni evaluar. No tenía defectos, como una deidad no puede tenerlos".
Giras y estadísticas
Anna Pavlova llevó una vida activa de gira durante 22 años. Durante este período participó en nueve mil representaciones, dos tercios de las cuales fueron interpretadas en los papeles principales. Moviéndose de ciudad en ciudad, la bailarina recorrió al menos 500 mil kilómetros en tren. Un fabricante italiano de zapatillas de ballet cosía dos mil pares de zapatillas de punta al año para Anna Pavlova.
Entre gira y gira, la bailarina descansaba con su marido en su casa, entre cisnes mansos, a la sombra de los árboles, cerca de un estanque aún limpio. En una de estas visitas, Dandre invitó al famoso fotógrafo Lafayette, quien tomó una serie de fotografías de Anna Pavlova con su cisne favorito. Hoy estas fotografías se perciben como un recuerdo de la gran bailarina del siglo XX.
En Australia, en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, se inventó a partir de frutas exóticas con la adición de merengue. Por cierto, los neozelandeses afirman que fueron ellos quienes crearon la delicia de frutas.
Una vez Anna Pavlova bailó en el escenario del teatro el popular baile folclórico mexicano “jarabe tapatío”, que en su interpretación significa “baile con sombrero”. Los mexicanos entusiastas arrojaron sombreros a la bailarina y a todo el escenario. Y en 1924, este baile fue declarado baile nacional de la República Mexicana.
En China, Anna Pavlova sorprendió al público bailando 37 fouettés sin parar sobre una pequeña plataforma montada sobre el lomo de un elefante que caminaba por el campo.
Los floricultores holandeses cultivaron una variedad especial de tulipanes blancos como la nieve, que recibió el nombre de la gran bailarina Anna Pavlova. Las elegantes flores en tallos delgados simbolizan la gracia.
En Londres se erigieron varios monumentos diferentes dedicados a la bailarina. Cada uno de ellos se relaciona con un determinado período de su vida. Cerca de Ivy House, donde Pavlova vivió la mayor parte de su vida, se erigen tres monumentos.
Anna se distinguió por un raro amor por la humanidad, participó en obras de caridad y abrió varios orfanatos y refugios para niños sin hogar. Los niños y niñas de los invitados de estas instituciones que sabían bailar fueron seleccionados y enviados a la escuela de coreografía infantil abierta en Ivy House.
Otro acto de caridad de Anna Pavlova fue su ayuda a los hambrientos de la región del Volga. Además, en su nombre se enviaban periódicamente paquetes a la Escuela de Ballet de San Petersburgo.
La muerte de un gran bailarín.
Anna Pavlova murió de neumonía el 23 de enero de 1931 en la ciudad de La Haya, durante una gira. La bailarina se resfrió durante un ensayo en una sala fría. Sus cenizas se encuentran en el Columbario Golders Green de Londres. La urna se encuentra junto a los restos de su marido Victor Dandre.
Película creada en memoria de Anna Pavlova
La vida y el destino de la bailarina de fama mundial se reflejaron en una película para televisión de cinco capítulos, basada en el guión de Emil Loteanu.
La historia de la película cuenta la corta pero agitada vida de la gran bailarina y persona maravillosa según Pavlova. 1983, cuando se estrenó la serie, fue el año del 102 aniversario del nacimiento de la bailarina. En la película hay muchos personajes, y el papel de Pavlova fue interpretado por la actriz.
